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EL CRISTO DE LA VERACRUZ Y LEÓN ORTEGA



             Acababa de dejar el estudio de la calle
          San Cristóbal y trabajaba en la pensión de
          Concha Ferrero, tía de la que mas tarde fue-
          ra su mujer, Carmen Ferrero, en una peque-
          ña habitación con la luz de una bombilla y
          a los pies de una cama desde donde le obser-
          vaba trabajar su hija pequeña de seis años,
          Trinidad, que en ese momento se encontraba
          enferma. León elaboró con toda la fe, la en-
          trega y la fuerza de un hombre maltratado
          por una vida que se acababa de librar de tres   También aquí realizó para su tierra el
          injustas penas de muerte, (¿Hay alguna pena   impresionante Cristo de las Aguas, la Vir-
          de muerte justa?), un tremendo crucificado,   gen de la Paz de las Angustias, el Señor de
          el Cristo de la Veracruz, que hoy tenemos   la  Mulita,  el  Cristo  del  Amor,  así  como  el
          la inmensa fortuna de contemplar por las   Yacente de las Angustias porque el Yacente
          calles de Ayamonte cada viernes santo. Un   de San Francisco lo realizó en Ayamonte,
          crucificado dulce, dulce y elegante.    en 1937.

             ¿Dulce, un crucificado?                 En esa época todo aquél que tenía algu-
                                                  na inquietud cultural o artística en el en-
             Si. Un crucificado dulce y humano que   torno de la provincia de Huelva tenía que
          representa las ansias de justicia, de compa-  pasar de una manera puntual o habitual por
          sión y de amor de cada ser humano para   el taller de San Cristóbal de Huelva.
          todos los demás. Los Cristos de León Ortega.
                                                     La segunda parte la llevó a cabo en su
             El que no conoció a Antonio León, le   taller de la calle Médico Luis Buendía, don-
          costará entender esto, pero los que disfruta-  de realizó entre otros, su imponente Cautivo
          mos de su amor y compañía, sabemos que él   y su Virgen del Rosario, de la Merced, la
          se encuentra en sus Cristos.            Virgen del Buen Fin de San Francisco, así
                                                  como el grupo de la Oración en el Huerto,
             Un poco más tarde la vida promovió que   todo ello para su querido Ayamonte, al que
          León Ortega cruzara la calle y volviera al   anheló cada minuto de su vida.
          numero 7 de la Calle San Cristóbal y creara
          junto con Pedro Gómez uno de los centros   Para su Huelva, su tierra adoptiva, pro-
          artísticos y culturales mas efervescentes del   dujo entre otras, el Señor de las Tres Caídas,
          país de aquella época, para que produjera   Cristo del Perdón, Ángel de la Oración, Ya-
          en aquel lugar mágico, la primera parte de   cente de la Soledad, Cristo de la Victoria, Je-
          uno de los mas importantes conjuntos de   sús en Jerusalén, Grupo del Descendimiento,
          obra religiosa de este país. Una de las obras   Cristo de la Sangre, Cristo del Amor, Las An-
          fundamentales de ese conjunto que realizó   gustias de la Soledad, Jesús Cautivo, Cristo
          en esos años es el Pasión de Ayamonte, que   de la Concepción, Jesús del Calvario, Cristo
          camina cada primer miércoles después de   de la Fe, Cristo de las Aguas… así como las
          la primera luna llena de la primavera por   Vírgenes de la Soledad, de los Ángeles, del
          las maravillosas calles de su pueblo conmo-  Amor, del Rosario, del Valle, de la Consola-
          viendo a creyentes y ateos.             ción, del Rocío, del Carmen, etc.



         BOLETÍN INFORMATIVO VERA CRUZ          34                            Nº 6 - Año 2020
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