Page 52 - Boletín VeraCruz 2019
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VERA CRUZ







            “Silencio... que ya llegan”..., eso parece susu-
         rrar el pueblo de Ayamonte al escuchar el ronco
         sonido del tambor la tarde del Viernes Santo,
         cuando, cansados de una Madrugá desbordante
         de emociones y sentimientos, los músicos del
         Nazareno se acercan con su desfile hasta el mis-
         mo dintel de la puerta. Porque, sin duda alguna,
         Ayamonte suena a silencio sepulcral, a Viernes
         Santo, a Semana Santa añeja, a negra mantilla,
         a clásicos por La Barranca, a la gubia templada
         del ilustre e insigne maestro León Ortega, a si-
         glos de Hermandades, al constante vaivén de la
         barquillas sobre el agua, a marineros en tierra....
         El tambor anuncia la llegada, un año más, de los
         que vienen a rezar con sus sones, a intentar des-
         cribir tocando la escena que cada Viernes Santo
         se representa por las calles de la Villa, a ponerle   se agolpaba en su salida. Un respeto absoluto
         música al dolor, al amor... a la Fe.     que te pellizca el alma y te transporta dos mile-
                                                  nios atrás en el tiempo a esas calles de la Amar-
            La primera vez que tuvimos la suerte de
         acompañar musicalmente al Cristo de la Vera   gura, aquí y ahora, convertidas en las callejue-
         Cruz, me sobrecogió el silencio de la gente que   las por la que nuestra querida Hermandad de
                                                  San Francisco se pierde en su salida el Viernes
                                                  Santo antes de llegar al encuentro y a la tradi-
                                                  cional visita a las Hermanitas de la Cruz. Esos
                                                  ángeles en la tierra ante los que se postran todas
                                                  las Hermandades. Ellas, que son un verdadero
                                                  ejemplo de amor incondicional, de entrega por
                                                  los demás, de inquebrantable Fe, esperan cada
                                                  año al Señor, detrás de esos barrotes que sepa-
                                                  ran la tierra y el cielo. Obligada parada, y obli-
                                                  gado el recuerdo y el cariño hacia esta benditas
                                                  mujeres, que tanto bien hacen en el mundo. Y a
                                                  las que tanto necesitamos.
                                                     Y el Viernes Santo, de pronto, se convierte
                                                  en Lunes de la Semana Mayor cuando cruzamos
                                                  por delante de la Hermandad de la Buena Muer-
                                                  te. La procesión avanza con su lento caminar
                                                  y las marchas se encadenan en la revirá de la
                                                  plaza de Santa Angela de la Cruz, que parece no
                                                  querer despedir al Señor.

         BOLETÍN INFORMATIVO VERA CRUZ          52                          Nº 5 - Año 2019
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