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Vera cruz - Nº 3 CUARESMA 2017
para ornamentar el convento de San Francisco. A
finales de siglo la Cofradía de Nuestra Señora del
Rosario, ubicada en el templo franciscano, encargaba
al pintor extremeño Francisco Flores de Torres,
destacado artista que fue colaborador del conocido
Luis de Morales, el Divino, la pintura y el dorado del
retablo de la citada cofradía por 185 ducados. Por
estas mismas fechas se hizo el retablo mayor del
convento y es posible que Flores también fuera el
encargado de pintar y dorar algunas de sus imágenes.
Al hablar de este retablo entra en la historia artística
ayamontina la figura de Álvaro López, “himaginario”
como literalmente dice la escritura del protocolo
notarial ayamontino que recoge las condiciones del
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contrato artístico . López fue un imaginero portugués,
avencidado en Tavira, que en 1598, junto al
carpintero lepero Francisco García, estableció
contrato con el convento de San Francisco,
representado ante el notario por su síndico, para hacer
“quatro figuras sobre peanas”, una de Santiago, otra
de Santo Domingo, otra de San Juan Bautista y otra
de San Andrés. El precio de cada figura se fijó en 12 Archivo Municipal de Ayamonte.
ducados lo cual elevaba el coste total del contrato a Hemeroteca Municipal.
48 ducados. Las esculturas debían de hacerse en
madera de peral y estar acabadas para el mes de mayo de 1598. Al momento de la firma de la
escritura el artista declaró haber recibido del síndico del convento franciscano el valor de una
de las esculturas, 12 ducados. Es posible que estas tallas formarán parte del retablo conventual
y que, como decíamos anteriormente, Francisco Flores las pintase; pero desgraciadamente hoy
no se conservan o están desaparecidas. Una explicación a su actual inexistencia podría haber
sido la no realización de las mismas, pero una nota marginal en la escritura del contrato
demuestra que en agosto de 1598, en la misma notaría pública, se extendió carta de pago para
certificar que Martín González, síndico franciscano, pagó la totalidad de la cantidad acordada
al artista lusitano. Por tanto estas tallas desconocidas se hicieron y hoy no se conservan por
alguna grave circunstancia adversa que no podemos determinar con exactitud. Entre las causas
posibles no podemos descartar el robo ni tampoco alguna actuación iconoclasta.
En cualquier caso, sabemos que el imaginero lusitano estuvo en persona en Ayamonte para
firmar el contrato y que además acabó las cuatro figuras; por tanto es un escultor más que
debemos sumar al importante conjunto de artistas portugueses que trabajaron en el Ayamonte
de la Edad Moderna y sus tallas forman parte, de acuerdo con lo dicho, del patrimonio
artístico ayamontino que hoy no se conserva o está desaparecido.
3 Archivo Notarial del Distrito de Ayamonte. Escribanía de Cristóbal López de Montemayor. Legajo 30, 28-3-1598, fols. 43-44.
Antonio Manuel González Díaz
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