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Vera cruz - Nº 4 CUARESMA 2018
duquesa marquesa le deja: una reliquia del dedo de San Blas, en una caja de plata, y
además especifica que sea “siempre para el sucesor de la Casa de Béjar”; le hace
donación, asimismo, de un fragmento del Lignum Crucis, engarzado en oro, o como
literalmente dice el documento,“el pedazo que yo tengo del palo de la Santa Cruz
engastado en oro”; más “un libro de reliquias, de plata y terciopelo carmesí, “en que
hay treinta y seis tabernáculos y apartamentos de reliquias”; como en los ejemplos
anteriores, ordena la duquesa que siempre permanezcan en los sucesores de la casa
ducal.
A su hijo Don Álvaro de Zúñiga, futuro I marqués de Villamanrique en 1575 (la antes
llamada Mures), le hace donación de una imagen de los Tres Reyes, “que era de la
marquesa mi señora”, es decir, de Doña Leonor Manrique de Castro; asimismo le
ofrece una imagen de San Pedro, “que el mesmo Don Álvaro me dió”, se especifica. A
esta imagen creemos que debió pertenecer la cabeza actualmente conservada en la
iglesia ayamontina de Nuestro Señor y Salvador.
Un capítulo importante del memorial testamentario lo forman los vasos sagrados
destinados al convento de la Reina de los Ángeles de Sevilla, su más importante
fundación monástica, y el lugar elegido para su descanso eterno, el de su marido y el
de su hijo Manrique, que falleció prematuramente. Doña Teresa le hace donación a
dicho convento dominico: “las cuatro cabezas de las Vírgenes que yo tengo en mi
oratorio de la Preciosa”; más una cruz grande de plata, dos blandones de plata, una
cruz de cristal “guarnecida de plata dorada”, un portapaz de plata dorada “con el ara”;
además manda que se hagan y compren de sus bienes: un cáliz de plata dorado con su
patena, dos vinajeras con su platillo de plata, acetre e hisopo de lo mismo, dos ciriales
que tengan “diez marcos de plata”, un atril también de plata, y “las palabras de la
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